Todos pasamos por cambios y situaciones difíciles. A veces, no sólo con el paso del tiempo o nuestra propia resilencia encontramos las herramientas para seguir adelante de la forma en que nos gustaría. Si la situación por la que estás pasando tú o tu familia lleva un tiempo influyendo en el día a día y te crea un malestar complicado con el que convivir, consulta.

En el caso de menores de edad, siempre os pedimos que vengáis a una primera cita sólo los padres. En este encuentro nos conoceremos, os escucharé y valoraremos juntos cuál es la mejor forma de ayudaros. En algunas situaciones, será importante ubicar unas sesiones a solas con los pequeños, para valorar su estado emocional, habilidades y características. Posteriormente, nos volveremos a encontrar los adultos y expondremos cuál es el plan de trabajo conjunto.

No siempre. A veces, mediante un trabajo de los adultos de su alrededor, cambiando maneras de comunicarnos, reaccionar y actuar ya conseguimos cambios en los pequeños sin hacer una intervención directa con los niños. 

Si una vez hecha la valoración, la escuela es un aspecto que incide en el plan de trabajo, sin duda nos pondremos en contacto. Estableceremos una relación directa con el tutor o docentes implicados y miraremos de buscar una colaboración positiva con comunicación constante de los objetivos pactados.